Jugará un año en el CSKA de Moscú en calidad de cedido, por el Nagoya Oceans japonés, aunque con derecho a una opción de compra de su pase. Podrá jugar con su compatriota Cardinal y a las órdenes de Paulo Tavares.
Ricardinho firmó el viernes pasado el contrato tan ansiado y así, poder volver a jugar con jugadores portugueses. Volverá a jugar en un equipo extranjero y conocer una nueva liga diferente. Otro equipo más para el currículo y una vez más, puede volver a ser campeón de liga. Es increíble la cantidad de buenos jugadores que se están yendo a jugar al país de los zares. El año que viene merecerán especial atención la Superliga y la Copa de Rusia.
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